Entendiendo la persistencia inflacionaria: un análisis econométrico con ventanas móviles y curva de Phillips
Nuestro análisis se enmarca en un contexto de fluctuaciones significativas en la inflación en México ocasionadas por la pandemia del COVID-19. A pesar de que la inflación anual en 2020 cerró en un 3.15%, el año siguiente comenzó con una tendencia al alza, superando el 6% para el mes de abril. Las medidas de confinamiento, los cuellos de botella en la producción, el choque adverso a la oferta laboral y la escasez de productos y servicios influyeron en este aumento. Además, las presiones inflacionarias globales contribuyeron a esta tendencia. A partir de finales de 2022, el componente no subyacente inició una tendencia a la baja, convirtiéndose en el factor más importante que explica el descenso en la inflación general. Esto coincide con una disminución en los indicadores globales de inflación. A principios de 2023, México observó un cambio de factores globales a domésticos como principales puntos que explican la inflación (Heath y Acosta, 2024).